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Colombia necesita otra izquierda

por | May 25, 2025 | Opinión | 0 Comentarios

Como demócrata convencido creo en la alternancia en el poder, creo en la teoría de pesos y contrapesos, en la de la tridivisión del poder y creo en que derecha e izquierda merecen protagonismo político así como en que el centro es una izquierda vergonzante, que no se atreve a definirse como lo que verdaderamente es: izquierda dialogante, que no se compromete con posturas recias, radicales, que no se impone y pretende negociarlo todo; como lo decía un patriarca liberal de largos bigotes, “ni chicha ni limoná.”

 

Siendo de derecha y de derecha pura y dura, abogo por una izquierda reflexiva, que reconozca que la derecha ha hecho cosas buenas, así como me niego a aceptar que por odio se satanicen obras que sí le han servido a la nación, aunque sean obra de opositores. Colombia tenía uno de los mejores sistemas de salud del planeta, así lo afirmaban tanto The Economist, como muchas otras organizaciones internacionales relacionadas con el ramo. No comparto nada con la izquierda que hoy protagoniza los escenarios políticos colombianos. Una que toma decisiones a la ligera, sin respetar la constitución ni las leyes vigentes, una que no conversa, que invita a las reuniones a personas que apoyan sus ideas y que hace ver eso como mesas de trabajo en las que los colombianos del común participan activamente. Lejos estamos de los muy exitosos Consejos Comunales que en su momento implementó el presidente Uribe, que recorría el país generando diagnósticos y acuerdos para mejorar la vida en los territorios. Este gobierno sólo acepta a quienes dicen lo que quiere oír, ministro o funcionario que no esté de acuerdo con Gustavo Petro sale “como pepa e´guama.” Las cosas no funcionan así, debe haber escucha activa y consideración por los que piensan diferente o por quienes tienen otras creencias. Estos son valores democráticos de primer orden, que en este gobierno han sido pisoteados sistemáticamente.

 

Hoy vemos cómo el señor Gustavo Bolívar, el libretista que ha construido con sus guiones una pésima imagen de Colombia en el exterior, se perfila como el más importante elector de izquierda. Viajo mucho, gracias a Dios he podido hacerlo, y es común que afuera me preguntan por las series de televisión que este personaje nefasto ha llevado a la pantalla chica. Me avergüenzan esos temas, no he consumido ninguno de sus productos, me rehúso a hacer apología de delitos que tanto dolor y daño nos han causado. Ese mismo señor puntea en las encuestas de los posibles candidatos de izquierda. ¡No puede ser! ¿Dónde quedaron los Gilberto Vieira, los Jorge Robledo y los Carlos Gaviria? ¿Por qué nos toca lidiar con el Pacto Histórico, con los hermanos Moreno Rojas, con Martha Peralta, con los congresistas Mondragón y Racero? ¿Por qué se tomaron nuestra política la desfachatez de Bolívar, de Piedad Córdoba y de Sanguino, y el descaro de Sandra Ramírez y del señor Gallo y de ministros como los de salud y educación? ¿Por qué? La política debe implicar disenso, debe involucrar negociación, conversaciones constructivas, conciliaciones, la política debe ser todo lo que no es esta izquierda mezquina, nepotista y corrupta. Colombia se merece una dirigencia de izquierda letrada, intelectual, no guerrillera, no apátrida, aquella con la que queramos alternancia. Una izquierda que respete el Estado social de derecho y que garantice que quienes no la apoyamos podemos vivir tranquilos, siempre observando las buenas maneras.

 

Se fue Pepe Mujica, líder que deja un vacío en Latinoamérica. Se equivocó en sus años mozos, pero recompuso el camino, corrigió y llevó a cabo un buen gobierno. Qué lejos están Petro, Armandito, Roy, Pizarro, Peralta, Racero, León Freddy Muñoz, Sarabia, los ministros de educación y salud, de personajes como José Mujica. Descanse en paz y abogue por esta Colombia desesperada que no merece la suerte sentenciada por quienes hoy la gobiernan. Que desde donde esté, el “Pepe” abra los ojos a la juventud para que ésta lo emule, aterrice y no nos siga haciendo daño. ¡A madrugar a estudiar y a trabajar, a recuperar lo perdido!

Jorge Avila Urrea

Jorge Avila Urrea

Jorge Eduardo Ávila es abogado de la Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario de Bogotá, tiene una Especialización en Educación y una Maestría en dirección de Centros Educativos (Universidad de Villanueva, España). Ha sido Rector del Gimnasio del Norte de Valledupar y actualmente profesor de la Universidad de la Sabana.

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