Hace algunos días aprendí a manejar moto, nunca me había planteado solo la idea de tener uno de estos vehículos como mi medio de trasporte, uno porque siempre me pareció muy peligroso, dos porque últimamente mi vehículo de cuatro ruedas estaba continuamente en el taller, dejándome como única opción tomar el trasporte público, a lo que a la larga me resultaba costoso y cada vez me hacía sentir más que perdía independencia.
En un principio me parecía descabellado adquirir un vehículo de dos ruedas, pero las continuas visitas al taller y el hecho de que los trancones hacían que rondara por mi cabeza perder el activo más valioso que tenemos los seres humanos, el tiempo, hizo que me lanzara a aprender algo que yo pensaba que nunca podría hacer.
Primero la compré, no muy grande porque me daba miedo el perder el control por tener que manejar un vehículo muy pesado, enseguida le comencé a pedir el favor a mis familiares más cercanos que tuvieran un poquito de paciencia y me colaboraran.
En un inicio como aprendiendo montar bicicleta, iba sintiendo cada cambio, cada equilibrio como un reto de hacerlo o hacerlo, independientemente de mis inseguridades que ya eran muchas.
En dos tardes bien trabajadas dando vueltas a la manzana y después haciendo trayectos más largos, al igual que todo aprendizaje, enseñanza y práctica, pude soltar un poco y llegué al punto de salir un poco más que mi barrio.
A la semana ya podía desplazarme y lo inimaginable en mi cabeza había desaparecido y comencé a disfrutarlo.
La sensación de libertad, de versatilidad y de confianza comenzaron a apoderarse de mi cabeza haciéndome sentir más confort y tranquilidad en cada viaje.
Me atrae el mundo de la mente, cómo con cada reto y cada situación el ser humano desarrolla sus habilidades y sobre todo enfrenta sus miedos, siempre he creído que detrás de cada uno de ellos se esconde un sinnúmero de posibilidades que cabeza cree más redes neuronales de las que pueden existir en el universo.
Así que me metí en la tarea de aprender que parte de mi cerebro se estaba activando al superar ese miedo, en mi caso aprendido por la experiencia de mucho familiares y amigos que se habían accidentado justamente en un vehículo de estos.
Sin más preámbulos con esta situación, que para mí era una hazaña, aprender a manejar moto, comencé a activar una parte de mi cerebro llamada la corteza cingulada media anterior, que comprende un sector de la corteza cerebral que rodea el cuerpo calloso y es considerada como un intermedio entre la corteza primitiva y el neuro córtex, podría catalogarse como una puerta entre las actividades consientes e inconscientes.
La CCA esta activa todo el tiempo y se enciende como una especie de alarma cuando existe una situación en la que requieres autocontrol y se desarrolla cuando hago algo que a pesar de que no me genere confianza por conocimiento, lo hago. En otras palabras, hacer cosas que me generen miedo, pero uso mi valentía y lo hago de todas maneras, atreverse a ser cosas diferentes, este proceso hace que se generen mayores conexiones, más inteligencia y mayor sentimiento de felicidad y mayor bienestar.
Finalmente aprendí a manejar moto, con esta situación me sentí tan feliz y cómoda que me encantaría que usted, estimado lector pudiera ponerla a prueba desafiando alguno de sus miedos y por eso reuní algunas actividades con las que podría experimentar:
1.Desafiar su zona de confort: Participar en tareas poco atractivas como actividades físicas que no disfrute o algún estudio intensivo.
2.Aprender una nueva habilidad: Idiomas o un instrumento musical que tenga a su alcance pero que ni se le haya ocurrido moverlo.
3.Resistir a la tentación, la capacidad de resistir a algún impulso repetitivo que lleve en su “haber vivencial”, algo que de pronto no le agrade mucho la idea.
4.Practicar alguna disciplina, que le exija mantener una constante.
5.Ejercicio físico y sueño adecuado.
6. Practicar mindfunless
Recuerde estimado lector que la vida en su mayor medida es para auto desafiarse, para expandir su conciencia y experimentar momentos inolvidables.
Genial. Gracias por compartir este tipo de consejos.